Excelentes navegantes, ‘dandies’, refinados samuráis… muchas son las variables a analizar cuando se habla de vikingos, muchas las realidades por descubrir de quienes, además, fueron artífices una escritura con sello de enigmática, las runas. Precisamente para ver todas las caras de aquellos habitantes de los pueblos nórdicos originarios de Escandinavia, para contraponer la visón más clásica y aterradora que deriva de aquellas incursiones que realizaran por costas y cursos de grandes ríos durante la época más oscura y de máxima indefensión de la Alta Edad Media Europea, ampliando el conocimiento sobre muchas de las peculiaridades que rodearon aquellas vidas, la Tertulia Literaria La Fuente propone una tarde para el repaso a todo lo que realmente encarnaron los vikingos.

Y para ello, el colectivo que preside Pilar Rodríguez La Serna cuenta con un ponente claramente especializado en la temática propuesta. El germanista y profesor emérito de la Universidad de Estocolmo José Luis Serrano acude a Valdemorillo para dar paso a esta nueva cita con esos temas que provocan el aprendizaje y el diálogo, una estupenda manera de disfrutar de una tarde sábado como la que se presenta este sábado 17. Comenzará su disertación a las 18:00 h., abriéndose esta cita a la presencia de todos aquellos que sienten curiosidad por esos detalles mucho menos conocidos pero auténticos que también guardan relación con lo vikingo. Detalles como esa afición que tenían aquellos rudos hombres por teñirse de rubio barbas y melenas, las mismas que se encargaba de mantener escrupulosamente limpias, más aún, acicaladas, o su otra faceta como dominadores natos de las artes marciales, pero también de la poesía, distinguiéndose incluso por su excelente gusto en relación a las artes decorativas, tanto las aplicadas a sus hogares y enseres como a las embarcaciones de las que fueron destacados constructores. Una buena ocasión para profundizar en todo lo relativo a quienes dejaron también fascinantes inscripciones, plasmadas en su particular alfabeto, esas runas que lucen en las lastras y tolmos que aún se localizan por las tierras que pisaron antaño como sus colonias.

El acceso es libre hasta completar aforo, y el lugar elegido es el salón de actos del edificio María Giralt.