new york 4285256 1280

Los datos confirman la buena salud financiera de EE. UU.

La economía más grande del mundo sigue mostrando fortaleza. El 2024 es un año clave para Estados Unidos, sumido en un proceso electoral que marcará su política, con especial relevancia en las relaciones internacionales. En el primer trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció a una tasa anualizada del 1,6% (0,4% trimestral), según las estimaciones publicadas por organismos oficiales. Aunque esta cifra representa una desaceleración significativa en comparación con el crecimiento del 3,4% (0,8% trimestral) del último trimestre del año anterior, sigue siendo un crecimiento significativo.

Este es el crecimiento más bajo desde la primera mitad de 2022, cuando la economía experimentó una contracción. Queda por ver si esta desaceleración se mantendrá o si es solo una pausa después del fuerte dinamismo del segundo semestre de 2023. El sector exterior, debido a un notable aumento en las importaciones, ha lastrado ligeramente el crecimiento en el inicio del año. Sin el impacto del diferencial entre exportaciones e importaciones, el crecimiento sería superior y posiconaría todavía más a EE. UU. como una de las potencias económicas más solventes del momento. 

El consumo, factor de impulso

Este dato, que será revisado dos veces a medida que se reciba más información, indica que el consumo es el principal motor de la economía estadounidense. Con una tasa de desempleo que se mantiene por debajo del 4% desde hace más de dos años, los hogares han recurrido a ingresos, ahorros y deudas para gastar lo que no pudieron durante la pandemia. No hay duda de que la estabilidad financiera del país se nutre, en buena medida, de una tasa de empleabilidad muy alta, superior a la de los países de la Unión Europea. Por otro lado, la inversión se mantiene activa, pues el público se pregunta qué es un ETF y otros productos financieros. 

Los expertos indican que el aumento del PIB real se debió principalmente al incremento del gasto de los consumidores, la inversión fija residencial y no residencial, y el gasto de las administraciones estatales y locales. Mientras la creación de empleo se mantenga robusta y el consumo siga en alza la estabilidad económica del país está garantizada, si bien el riesgo de la inflación y de la subida de los tipos de interés continúa.

Aunque los miembros del comité de política monetaria de la Reserva Federal indicaron el mes pasado que esperan recortar los tipos de interés tres veces este año (un total de 0,75 puntos), han señalado recientemente que no tienen prisa por hacerlo debido a la persistente presión inflacionaria. Actualmente, la mayoría de analistas e inversores no esperan que las reducciones de tipos comiencen hasta el último trimestre del año, incluso habría que esperar a los últimos meses o a 2025.

Sorpasso a Europa

Estados Unidos ha logrado superar a Europa en crecimiento, impulsado por un aumento en la productividad, la mano de obra aportada por la inmigración y un fuerte estímulo fiscal, entre otros factores. La innovación y la abundancia energética también han sido factores clave. Recientemente, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza las previsiones de crecimiento para Estados Unidos, mientras que las de Europa fueron revisadas a la baja.

Las cifras macroeconómicas siguen apuntando a un aterrizaje suave, donde la economía ha perdido algo de impulso, pero mantiene una tendencia favorable. El crecimiento del primer trimestre de 2024 es inferior al del cuarto trimestre de 2023, que ya había mostrado una ralentización en comparación con el tercer trimestre, cuando la economía sorprendió con un crecimiento del 1,2% trimestral (4,9% anualizado), el mayor desde 2021.

¿Qué ocurre con Canadá?

El foco financiero y social de Norte América se pone básicamente sobre Estados Unidos. Todos los analistas internacionales hablan de cómo el país de los 50 estados evoluciona, y buscan un análisis de su impacto en el mundo. En cambio, pocos se acuerdan de Canadá, pese a que en 2024 es la undécima economía del mundo. La realidad es que su situación financiera es buena. El impacto de la pandemia no fue tan grande como en su país vecino, debido a un tamaño poblacional mucho más pequeño y a una cobertura social más robusta.

En términos de datos, la economía canadiense experimentó un crecimiento del 0,6% a principios del año actual, lo que significa la mayor tasa de expansión en un periodo de doce meses. Este crecimiento superó las expectativas de los economistas, quienes habían pronosticado un aumento del PIB situado dos décimas por debajo. Este repunte se debe, además, a la recuperación de determinados servicios públicos, que estuvieron parados durante un tiempo con motivo de huelgas patronales.